En el ámbito infanto-juvenil, llevo a cabo un trabajo integral con niños y adolescentes atendiendo a sus diferencias individuales en relación con la etapa evolutiva en la que se encuentren.
En el caso de los NIÑOS, cuando están atravesando algún conflicto o dificultad emocional, los padres y/o los profesores son los primeros en notarlo, ya que observan cambios en su comportamiento habitual (comportamiento, conducta, sueño, alimentación, dolores físicos …). Cuando tenemos estas sospechas, es momento de acudir a un profesional. El trabajo con los niños, se lleva a cabo de forma lúdica, creando un ambiente agradable y de confianza en el que puedan sentirse seguros para expresar sus emociones, miedos o preocupaciones.
La ADOLESCENCIA es una etapa de la vida llena de cambios, en la que los chicos y chicas sienten las emociones de forma muy intensa, sintiéndose en muchas ocasiones perdidos, confusos, enfadados o inseguros… están en un proceso en el que van formando su identidad, buscando la autonomía… Buscan independencia por un lado, pero por otro necesitan cuidado, atención y límites, por lo que a veces, es normal que se nos “complique”. Con los adolescentes, se trabaja bajo una mirada comprensiva, entendiendo sus problemas y comprendiendo sus circunstancias.
En el trabajo con población infanto-juvenil, se utilizan diferentes herramientas adaptadas a cada individuo. Se trabaja de forma integral teniendo en cuenta todos los ambientes relacionados con ellos (familia, colegio, profesores, figuras de referencia…) que puedan estar influyendo y ayudar en el proceso de cambio.
En muchas ocasiones, es muy difícil enfrentar los problemas de nuestros hijos, sobre todo, porque sus problemas son nuestros problemas y sus emociones negativas, nos duelen más que a ellos. Por ello, mi trabajo con padres consiste en acompañar y asesorar para saber cómo enfocar y resolver los problemas de sus hijos, desde abordajes sencillos hasta casos más complicados.
Vuestros hijos es lo que más os importa, porque lo que les ocurre, no son cosas de niños, ni “tonterías”… de ahí el énfasis en trabajar con cada niño y adolescente como una persona única y diferente, con una atención personalizada y adaptada a las necesidades de cada uno de ellos, ayudándolos a que crezcan sanos y felices.
Psicóloga en Valdemoro 